lunes, 1 de agosto de 2011

EN BUSCA DE UN CASTILLO


Quise encontar un castillo para sentirme princesa, y pastillas para el mareo me hicieron falta para llegar hasta el de Corullón. Como se aprecia la farmacia del pueblo estaba cerrada, y el castillo...pues también: propiedad privada. Total, que de momento de princesa nada, me he tenido que conformar con un hermosísimo paisaje y con un trayecto -a la caza del castillo-de cuestas de vértigo entre rústicas y encantadoras construcciones rurales. Y ahora la pregunta, ¿por qué precisamente el de Corullón? Pues sencillo, porque buscaba En aquel tiempo azul. ¿Lo encontré? Pues sí, en cada esquina, en el aire puro de pueblo castellano, en los troncos de viejos árboles he intuido el niño feliz que un día fue su autor: Antonio Merayo. Y no hace mucho rescaté del cajón se sastre, que es la Red, este texto de Antonio, que ignoro qué amigo lo ha publicado, pero que le agradezco, porque Antonio es muy poco dado a sacar a la luz sus cosas.

Un poema de Antonio Merayo

Hay poetas que comulgan con ruedas de molino. Otros se suben al tejado de los molinos para escribir poemas. Afortunadamente a Antonio Merayo no se le puede clasificar en ninguna de estas dos categorías. Él conserva sus poemas antiguos en carpetas amarillas y de vez en cuando, parco y generoso, le entrega uno a sus amigos. Sólo eso.

ILUSO LOBO BLANCO



Yo clamaré zarzales dejando al descubierto sus serpientes, y avivaré las huellas silenciadas por los seres sin día en las entrañas. Remediaré este tiempo donde la flor se mustia, descifraré las lunas que gravitan sobre el sagrado valle de los sueños que ayudan a seguir viviendo. Desataré en el hombre aves que desconoce porque se queda al pie de las montañas cultivando penumbras y palabras de engaño.

En medio de la noche espero ser oído para que no se sientan solos aquellos que caminan aun en días nublados buscándole a la vida las estrellas. Encontraré ventanas donde se fingen muros y rociaré de sándalo y romero el hedor desmedido del desamor que hay en las calles. Ahuyentaré lechuzas que pretenden quitar la libertad de la mirada, y mi silueta recortada por la luna quedará para siempre en la memoria de los que nunca duermen porque se les desvela el corazón a todas horas.

Estoy aquí y en cada verso o brizna de la vida para encendernos la estatura. Estoy aquí y en cada sílaba del hombre para ponerle corazón a este derrumbe y cantarnos por dentro y hacia arriba. Yo soy un lobo blanco que aúlla en verso para inquietar a los rebaños que pastan mansamente en las vastas praderas de la costumbre y de la oscuridad.

ACLARACIÓN: Lo he copiado tal como aparece en la Red

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