viernes, 15 de octubre de 2010

EN ESTA PLAZA NAZCO UN POCO CADA DÍA


El escritor sierense afincado en Gijón agradece «ruborizado» el homenaje del Ayuntamiento y de la profesión

LUIS FERNÁNDEZ ROCES DA NOMBRE AL ESPACIO SITUADO FRENTE A LOS CAPUCHINOS

Fue el de ayer su «instante feliz», ese con el que conseguirá «ser feliz siempre». Porque no todos tienen el honor de «ver tu nombre presidiendo un espacio público» y ese espacio, además, es casi lo primero que ve todas las mañanas. Luis Fernández Roces sí tiene ese honor, porque desde ayer, ya de forma oficial, la plaza situada frente a la iglesia de los Capuchinos lleva su nombre. «Ruborizado», acudió a una inauguración que se convirtió en acto de homenaje, encabezado por la alcaldesa, Paz Fernández Felgueroso, y el concejal de Cultura, Justo Vilabrille.
Reconoció Felgueroso la justicia del homenaje por la «larga y fructífera trayectoria» de quien definió como «un maestro del cuento» que, pese a todo, «no le gusta darse importancia. Los demás sí debemos dársela». Y así lo hicieron los presentes. Principalmente, José Marcelino García, colaborador de EL COMERCIO y uno de los impulsores de que un espacio público de Gijón llevara el nombre de este escritor nacido en Pumarabule (Siero) en 1935, pero gijonés de adopción desde hace medio siglo. García elaboró un perfil de «uno de nuestros mejores prosistas y poetas», «escritor de raza, maestro del relato», que camina por la vida «encorvado, como esos hombres a los que les pesa muchísimo el corazón» y que de esa forma «se asoma desde hace tiempo a esta plaza para ver a través de ella la vida que va pasando».
Lo admitió después del propio Fernández Roces bajo la placa que le da su nombre a este «rincón de paz tan familiar para mí», casi su tierra natal, aseguró, donde «nazco un poco cada día, cuando abro las ventanas del amanecer. Aquí veo pasar las estaciones por estas dos acacias y sentarse los días a descansar en estos bancos».
En ese lugar que incluso se ha comprometido a mantener en perfecto estado le acompañaba ayer su familia, así como numerosos representantes de la vida cultural y literaria de la ciudad. «Ruborizado y culpable», recibió «este honor» y los aplausos del pintor Carlos Roces; del presidente del Ateneo Jovellanos, José Luis Martínez; los escritores José Antonio Mases, Antonio Merayo, Humberto Gonzali, Aurora García Rivas y Ricardo Pochtar y el también colaborador de EL COMERCIO Joaquín Fuertes, entre muchos otros. La plaza es, desde ayer, un poco más suya

(Publicado en el diario El Comercio. Foto, de Joaquín Bilbao. Texto, de O. Esteban)

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